Museo Soto celebra sus 42 años con los Ritmos transversales de Aimée Batistini.
Aimée Batistini, artista guayanesa de reconocimiento internacional, cuya muestra estáabiertaal público en la Sala 1Adel centro cultural guayanés, es la séptima participante del proyecto emblemático del Museo Soto “Maestras y Maestros Guayaneses”
(Prensa Museo Soto).- En su cuadragésimo segundo aniversario el Museo de Arte Moderno Jesús Soto rinde homenaje a una guayanesa nacida en El Callao, Aimée Batistini, pionera del abstraccionismo geométrico. A ella el museo honra con la exposición de sus obras bajo el título Ritmos transversales. Y con ello celebra su fundación hace más de cuatro décadas.
Esta guayanesa formada como artista plástica, líder del grupo Los disidentes, nacida un primero de septiembre de 1911 en El Callao,también promovió los derechos y la participación de la mujer en el mundo de las artes y la cultura en general. Recibió y apoyó a muchos artistas venezolanos que se fueron a París a estudiar y a presentar su trabajo, entre ellos, sus coterráneos Jesús Soto y Alejandro Otero, con quienes entabló estrecha amistad.
El Soto de aniversario con los Ritmos transversales de una maestra guayanesa
En el marco de la celebración de su 42° aniversario, el Museo de Arte Moderno Jesús Soto, programa en uno de sus proyectos bandera, Maestras y Maestros Guayaneses, con la muestra de Aimée Batistini, reconocida artista guayanesa, motor y testigo del período 1945- 1950 del arte venezolano. La muestra de Batistini estará abierta al público hasta finales del mes de octubre en la Sala 1A del Museo Soto, ubicado en la avenida Germania de Ciudad Bolívar. El proyecto expositivo “Ritmos transversales” es el resultado de la articulación interinstitucional lograda entre el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y la gobernación del estado Bolívar, a través de la Fundación Museo Nacionales y el Museo de Arte Moderno Jesus Soto.
En conversaciones con el director del museo, Marlon Acosta, nos amplía el alcance del proyecto:
– (…) El Proyecto Maestras y Maestros Guayaneses tiene como objetivo abrir las puertas del museo, de sus espacios expositivos, a las maestras y maestros de la plástica que hayan nacido, desarrollado o que su trabajo se inspire, se nutra o se influencie en las tierras del sur de Venezuela…
– (…) hemos llevado el proyecto a otras instituciones museísticas regionales, nacionales y estamos trabajando en muestras internacionales. A la fecha han participado: Asdrúbal Velázquez, Ramón Morales Rossi, Régulo Pérez, Mara Vitanza, Jesús Alexis Bello y Luis Carlos Obregón. Completan la programación 2015 los maestros Juvenal Ravelo y Joaquín Latorraca.
– (…) El Museo de Arte Moderno Jesús Soto consolida su gestión y su trabajo a través de la ejecución de líneas de acción vinculadas directamente con el hecho artístico cultural regional, nacional e internacional. La gobernación del estado Bolívar organismo de adscripción de la institución (desde su fundación hace más de cuatro década) avanza desde finales del 2011 en un plan de adecuación y reorientación en la estructura, funcionamiento y objetivos del Museo Soto. A la fecha nos hemos consolidado en el sur y oriente del país como el centro y epicentro cultural de mayor gestión, programación, vinculación con artistas, comunidades, trabajadores culturales y el de mayor articulación interinstitucional. Los objetivos planteados a finales del 2011 por la gobernación del estado Bolívar han sido alcanzados. La formación, la inclusión, la defensa, protección y promoción del patrimonio cultural regional y nacional tangible e intangible, forman parte del nuevo ciclo vital del Museo de Arte Moderno Jesús Soto.
Se hace necesario contextualizar la participación de esta artista guayanesa en el Museo Soto con algunos datos biográficos y con información sobre sus obras.
La pintora nacida en El Callao, estado Bolívar en 1916, se residencia en París, Francia, a los 12 años, junto a su familia. De inmediato inicia sus estudios de pintura durante 4 años en la Academia Julian.
Entre 1936 y 1939 trabaja en su propio taller, donde destacan obras de tendencia impresionista con exploraciones de la forma y las tendencias picassianas. En 1940 se radica en Venezuela, donde conoce a Alejandro Otero y establece con él una gran amistad. Vivió en Nueva York y Ciudad de México después de 1941 y, en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, retorna a Francia.
Su casa parisina se convierte en el centro de reunión de los artistas venezolanos que, en rebeldía contra la concepción plástica vigente en Venezuela (de tendencias paisajistas, anecdóticas o indigenistas), se cohesionaron en el grupo Los Disidentes. Estos propugnaban el arte abstraccionista y publican a partir de1950 una revista con el mismo nombre. Al disolverse el grupo, Aimée ingresa al taller de arte abstracto de Jean Dewasne y Edgar Pillet. Formó el grupo La Sapoara en su taller. En 1953 participa en una exposición colectiva, organizada por la Galería Denise René de París, en la cual figuraron los más renombrados artistas de la vanguardia abstracto-geométrica. En 1954 disuelve La Sapoara y viaja a Buenos Aires, donde vivirá por siete años, para luego volver a París, donde residirá hasta su fallecimiento.
Sus obras se caracterizaban por vastos cruces de ritmos, expresados por el paralelismo, la fusión de formas continuas que progresan en una sucesión de ángulos vivos. Sus acordes de color son siempre sobrios y temperados (L.D., 1953).
En Venezuela su obra ha sido expuesta en algunas colectivas: «Primera muestra internacional de arte abstracto» (Galería Cuatro Muros, Caracas, 1952), «Exposición internacional de pintura» (Ateneo de Valencia, Edo. Carabobo, 1955), «Arte constructivo venezolano 1945-1965» (GAN, 1980); así como en colectivas póstumas: «Veinte años por el arte venezolano» (GAN, 1996) y «El mirar de la mirada» (GAN, 1996).
¿Cuáles son los ritmos de Batistini en el Soto?
Reitera el responsable de dirigir las políticas de gestión y promoción cultural en el Museo Soto- Marlon Acosta Guerra-
– El Museo Soto, Guayana y Venezuela le rinden homenaje a una de las pioneras del arte moderno venezolano e internacional… nacida en estas tierras, y que mantuvo importante amistad con el maestro Alejandro Otero y el maestro Jesús Soto a quien esta institución le rinde tributo y homenaje permanente.
La exposición de esta maestra creadora guayanesa en el epicentro cultural del norte y sur del país es una muestra contextual que intenta establecer un diálogo visual e histórico entre su obra y la de sus contemporáneos. La exposición está organizada en núcleos o grupos de obras particulares de la siguiente manera:
· En la entrada a la sala, a la izquierda, encontramos un retrato de la artista, realizado por Pascual Navarro, perteneciente a la colección de la Residencia Presidencial La Casona y en custodia en la Fundación Museos Nacionales (FMN), a través de la Galería de Arte Nacional (GAN).
· A la derecha comienza el recorrido con dos piezas representativas de Aimée: Drila 2, Colección GAN y Altumillan, custodia de la GAN.
· Luego tres piezas tempranas, presumiblemente pintadas en Paris: Rostro de niño, Sin título y Desnudo.
· Seguido encontramos cinco obras de artistas, junto a quienes Aimée Battistini participa en una exposición colectiva en la Galería Denise René (01) en1953, Colección del Museo de Arte Moderno Jesús Soto. Ellos son algunos de los principales representantes del arte abstracto europeo que hacen vida en París durante ese periodo: Jean Arp, Sonia Delaunay, Víctor Vasarely, Auguste Herbin y Fernand Léger.
· Finalmente una selección de obras de la Galería de Arte Nacional y el Museo de Arte Moderno Jesús Soto de artistas pertenecientes a grupo Los Disidentes, del cual Aimée es organizadora y cuatro fotografías de sus principales protagonistas durante su estancia en París.
Esto nos da una idea de la trascendencia de la obra de esta guayanesa dentro y fuera del territorio nacional y que el Museo Soto bien ha sabido aprovechar en su aniversario para el beneplácito de orinoquenses y visitantes, tal como lo señala su director:
– Aimée Batistini nos brinda su arte, permite ser conocida y reconocida por las nuevas generaciones de artistas y de venezolanos en general. La exposición de Aimée Batistini permite leer uno de los capítulos de la historia del arte venezolano poco conocido hasta ahora.