Jeepers Creepers Reborn es tan mala que se vuelve buena
Jeepers Creepers Reborn es una película tan mala que se vuelve buena. Pero no paren de leer. Hay algunas cosas interesantes en este producto que intenta rescatar, sin mucho éxito, a la franquicia original del olvido, y que desarma a la ya mitológicas dos películas iniciales y a una tercera bastante mala, pero que hay que pedirle perdón, pues resulta muchísima mejor que esta.
Todo parece ir en contra de esta entrega: Victor Salva, creador de la franquicia original está en la cárcel condenado por abuso sexual a un menor. Un presupuesto bastante pírrico y unas actuaciones, guiones y realizaciones que parecen haber sido hechas con flojera. Sin embargo esa dejadéz en la realización desata más veces risas que miedo y recuerda a aquellas películas en las que los mosntruos slashers terminan siendo personajes amigables con los que el publico se identifica y termina disfrutando los asesinatos por mal hechos que estén.
El director finlandés Timo Vuorensola quien es conocido por haber hecho una magistral sátira de la leyenda urbana de los nazis en la luna, Iron Sky, se hace referencia así mismo dentro de la película en una mención y termina quitándole todo lo increíble al monstruo, colviéndola una figura esquiva, que no se puede ver hasta casi el final de la película en estado de sugerencia y misterio permanente.
En cambio, intenta materializar lo abstracto del monstruo, el arquetipo del Mal idealizado, y darle a Creep un origen y una presencia corporal más definida, pero que está muy mal tratada. Uno no sabe si muestran demanera borrosa al monstruo porque le quieren hacer misterioso o porque no han tenidopresupuesto suficiente para hacer un buen maquillaje. Incluso la presencia de sus alas, increíbles en otras entregas y que terminan siendo lo que más aterra del monstruo, aquí se usan increíblemente poco, y cuando se ven, salen borrosas o por instantes.
Hay cosas raras en esta historia: Una secta que adora al Creeper que tiene sólo tres personas, un festival de terror que no tiene sentido, y tampoco gente, que los protagonistas sepan que Jeepers Creeper es una película, o incluso que la protagonista tenga la puntería de un ninja lanzando shurikens.
El gran problema es que la película intenta ser una «recuela» llena de metareferencias a sí misma, tratando tal vez de capturar la energía que posee cintas como la nueva Scream de 2022, pero no termina de ser una parodia, y no porque no lo intente, en algunos momentos produce risas por lo serie B que parecen las cosas, pero que no llega al nivel de «El Depredador» de 2018 que era una enorme parodia ochentera y que resultó malísima.
Si eres Fanático verdadero de Jeepers Creepers, no la veas. Espera a que alguien haga una nueva versión así como pasó con Depredador. Seguramente esto pasará, pues el personaje tiene mucho potencial y seguramente sera una máquina de hacer dinero. Si por el contrario tu intensión es apagar el cerebro un rato y pasar una tarde comiendo cotufas y sin buscar actuaciones de Oscar ni grandes guiones, ve a ver Jeepers Creepers. Puede que la disfrutes.