Una guía para estudiar una pintura y no morir en el intento

Desde mis inicios como docente en la Escuela de Artes Voces de Carayaca en el año 2003, noté dificultades para dictar las materias que llevan por nombres Estética y Análisis plástico; la primera de ellas es importante para abordar el tema de la belleza a través de argumentos filosóficos, la segunda se basa en analizar una obra de arte a través de los elementos que la conforman.

El problema antes señalado, se ha hecho evidente cuando en una evaluación se le pide a un estudiante escribir acerca de una obra de arte y, por lo general, se observan dos cosas: por un lado, una dificultad para expresarse en términos técnicos propios de las artes visuales, incluso aquellos que son más básicos, conocidos como elementos de expresión; por otro lado, es bastante común que al expresarse sobre una obra lo hagan en términos subjetivos, buscando interpretar significados de la misma.

Entre las habilidades más básicas que deben tener los estudiantes de artes visuales para abordar una obra de arte se encuentran por ejemplo poder clasificar una imagen como dibujo o pintura; determinar si una obra pictórica presenta colores fríos o cálidos, identificar si es una obra figurativa o abstracta, especificar si presenta formas orgánicas o geométricas.

Es necesario mencionar que una mayor comprensión de los conceptos que definen los elementos de expresión, es lo que posibilita determinar si se encuentran presentes o no en una obra de artes visuales, entenderlos conceptualmente y saber identificarlos, ayuda a desarrollar la sensibilidad, si no como artista, al menos como espectador.

La cátedra de Estética presenta como una de sus primeras unidades el arte clásico, específicamente las teorías de Platón y Aristóteles, autores que daban especial importancia a conceptos como la simetría y la proporción, elementos que también son abordados en la cátedra de Análisis plástico, más específicamente en la unidad que se ocupa del método formal explicado en el libro Conceptos fundamentales de la historia del arte. Como su nombre lo indica, el método formal, analiza las formas que presenta una obra, al que las ideas expuestas por Platón y Aristóteles sobre la belleza, aborda elementos visibles, por lo que, la falta de comprensión de los términos técnicos de las artes visuales, dificulta el aprendizaje de las teorías sobre la belleza predominantes en la tradición clásica.

Otra de las dificultades que a menudo encuentran los estudiantes que intentan escribir acerca de una obra de arte, se refiere al orden de los elementos a describir, a menudo se presentan problemas para jerarquizar ideas. Con la finalidad de proporcionar una guía que permitiera a los estudiantes de la Escuela Voces de Carayaca, me propuse diseñar un gráfico que contiene sucesivas categorías aplicables a una obra pictórica, para clasificar una imagen a partir de sus aspectos formales, esto es, de sus elementos visibles, tales como: punto, línea, tipos de color, textura, escalas de grises, entre otros, es importante aclarar que dicho instrumento no resulta útil para abordar la pintura desde una perspectiva sociológica, psicológica o para hacer referencia a aspectos no materiales de la misma.

La guía antes mencionada, presenta un formato parecido a un formulario y ha sido aplicada con éxito en distintos grupos de estudiantes que deben seguir las siguientes fases:

1-Aprendizaje de las definiciones de los elementos de expresión.
2-Comprensión de las instrucciones para la aplicación de la guía de estudio, es decir, los pasos necesarios para llenar el formulario.
3-Aplicación de la guía de estudio a una obra de arte marcando con una X en las casillas correspondientes y rellenando por escrito los datos donde el instrumento lo requiere.
4-Recopilación de los resultados, esta fase consiste en elaborar una lista de las respuestas del formulario aisladas de las preguntas.
5-Redacción de texto descriptivo, en esta etapa del proceso, el estudiante elabora un escrito en el que organiza las ideas plasmadas en la lista de respuestas al formulario que conforma la guía de estudio.

Si bien es importante reconocer que en el arte intervienen múltiples procesos sensibles y que su abordaje no debe reducirse a la aplicación de un formulario, se ha demostrado que el estudiante, después de haber empleado la guía de estudios en repetidas ocasiones, puede identificar con mayor facilidad los elementos de expresión y luego prescindir del formato antes mencionado.

Autor: Mario Pérez