Cómo Entrenar a tu Dragón
Los vikingos también lloran
Dreamworks ha venido haciendo un gran trabajo cuando de animación computarizada se trata. Y lo ha hecho aún mejor si nos ponemos a hablar de 3D. Esta productora (Única competencia de la monumental Pixar) es responsable de éxitos como Shrek, Kung Fu Panda y Madagascar; Pero ahora, se robaron a los directores de Lilo y Stich Chris Sanders y Dean DeBlois (No es de gratis que el dragón y Stich se parezcan, piénsenlo) y traen una historia ambientada en la Isla de Berk en la que habita una población de vikingos que luchan contra los dragones que son plaga en la pequeña aldea. Hipo es el típico adolescente-no-popular de la aldea que siempre ha sido relegado por los demás. Con una inteligencia nunca vista entre sus similares y un sentido del humor no muy entendido se hace paso entre la gente del poblado y lo único que desea es cazar y matar a su primer dragón para ser así respetado y lograr salir con Astrid. Claro, todo cambia desde el momento en que se topa con Chimuelo y el resto es cuestión de que compres una entrada y veas lo que sucede.
Sigamos. Esta es una película adaptada de un libro del mismo nombre y bajo la autoría de Cressida Cowell. Es hecha para 3D (No como esa baratija que hicieron con Alicia en el País de las Maravillas) y es una de esas historias con moraleja que hace que llores así seas un vikingo como los de la Isla de Berk.
Una de las cosas que amé sobre Cómo Entrenar a tu Dragón fue todas las referencias a la cultura nórdica, desde las runas, pasando por las expresiones “¡Por Odín!” y “¡Por Thor!”, hasta cada rasgo de vikinguez que tiene cada personaje y que se puede notar por el tremendo trabajo artístico de la animación del filme.
Es de esas películas que tienes que correr a ver porque si tienes 40 años te va a gustar tanto como si tuvieras 5, te vas a reír, vas a llorar y es bastante reconfortante saber que hay gente trabajando en historias que no son sobre un chihuahua en Beverly Hills.